El contenido en fibra de los zumos de fruta es notablemente inferior al de las frutas enteras. Un ejemplo lo encontramos en la naranja: 100 gramos de naranja aportan 2,4 gramos de fibra, mientras que 100 gramos de zumo de naranja aportan tan sólo 0,1 gramos de fibra.
Teniendo en cuenta que existen evidencias que indican que las calorías consumidas en forma líquida no son tan saciantes como las consumidas en forma de alimentos sólidos, la Asociación Americana del Corazón propone como verosímil que la saciedad es menor ante un zumo de fruta que ante una fruta entera y por ello desaconseja el consumo de los zumos de fruta, insistiendo en la importancia de consumir fruta en su estado original, y considerando que las calorías consumidas de forma líquida podrían afectar negativamente a los intentos de conseguir y mantener un peso saludable.
La American Diabetes Association afirma que “algunos estudios muestran que beber bebidas azucaradas, tales como algunas bebidas carbonatadas o algunos zumos de fruta, podría causar obesidad”.
Según la OMS, un nivel bajo de consumo de “azúcares libres” por la población se traducirá en un nivel bajo de caries dental. La expresión «azúcares libres», según la OMS se refiere a todos los monosacáridos y disacáridos añadidos a los alimentos por el fabricante, el cocinero o el consumidor, más los azúcares presentes de forma natural en la miel, los zumos de frutas y los jarabes, no incluyéndose a los provenientes de la fruta entera.
Así, la OMS afirma que, a fin de reducir al mínimo la incidencia de la erosión dental, deben limitarse la cantidad y la frecuencia de ingestión de refrescos y zumos.
De nuevo según la OMS, las enfermedades dentales suponen una pesada carga para los servicios de atención sanitaria, pues representan entre el 5% y el 10% del gasto total en atención de salud y superan el costo del tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la
osteoporosis en los países industrializados. Aunque no ponen en peligro la vida, las enfermedades dentales tienen un efecto pernicioso en la calidad de vida desde la infancia hasta la ancianidad, pues influyen en la autoestima, la capacidad para alimentarse, la nutrición y la salud.
En las sociedades modernas los dientes son un componente importante del cuidado del aspecto personal; el rostro es un determinante clave de la integración de una persona en la sociedad, y los dientes también desempeñan un papel fundamental en el habla y la comunicación. Las
enfermedades bucodentales llevan asociados un dolor considerable, ansiedad y trastornos del funcionamiento social. La caries dental puede causar la pérdida de piezas, en menoscabo tanto de la capacidad para ingerir una dieta nutritiva y disfrutar de los alimentos como de la seguridad en sociedad y de la calidad de vida.
Relación entre un alto consumo de zumos de fruta en niños y su estado de salud
La Academia Americana de Pediatría recomienda una alta ingesta de frutas para prevenir el sobrepeso y la obesidad en los niños, siempre y cuando no sea en la forma de zumos de fruta, en cuyo caso advierte que un exceso de los mismos incrementa el riesgo de ganancia excesiva de peso y malnutrición. Esto se debe al alto contenido en fibra en las frutas, hecho que no se da en los zumos. La mencionada Asociación afirma que “kilocaloría por kilocaloría, el zumo de fruta puede ser consumido más rápidamente que la fruta sin exprimir” y que los zumos podrían contribuir a una epidemia de obesidad infantil en Estados Unidos.
Lo mismo opina, en un informe recientemente publicado, el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, que afirma que los zumos de fruta no son equivalentes nutricionalmente a las frutas naturales, al carecer de fibra y no estimular la masticación. Según el mencionado Comité, los zumos de fruta no aportan ninguna ventaja nutricional ni suponen una mejora de los hábitos dietéticos sobre la fruta natural. El informe indica que el sobrepeso es el problema médico más común en la edad pediátrica en España, y que el consumo de zumos
de frutas en niños y adolescentes se ha incrementado de manera significativa en la última década en España, lo cual aumenta, además, el riesgo de un aporte insuficiente de vitamina A, C, B2, B6, B12, folato, calcio, hierro y magnesio.
En niños y adolescentes, la Asociación Americana del Corazón aconseja limitar la ingesta de zumos.
Grupo de Revisión y Posicionamiento de la Asociación Española de DietistasNutricionistas, GREP-AEDN.
Junio de 2006.
http://www.grep-aedn.es
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