Gaizki hazi/hezi – ¿Malcriadez?
Tèrmino usado por el comùn colectivo para nombrar a un niños”sin límites”, “que pide cosas sin parar”, “que no se está tranquilo”, “que no deja tranquilo a los adultos”, “que hace berrinches”, ………..etc……….., pero pocas personas en adultolandia nos paramos a pensar un momento que tan “malcriado” puede ser un niño de meses, o uno, dos o más años que reclama la presencia de mamá o su cuidador.
Generalmente para poner “preparo” y “lìmites” optamos por ignorar la peticiòn infantil, desplazando de esta manera muchas peticiones que se iran sumando una sobre otra a lo que podrìa definir como un volcàn de peticiones desplazadas que en cualquier momento, pueden ser dìas, meses o años pude hacer erupciòn llevandose por delante a quien sea y donde sea, consiguiendo el niño la etiqueta de “malcriado”.
Siempre digo que tanto que lucharon nuestros padres por hacernos “hombres y mujeres de bien” (con toda la buena intenciòn del mundo), pero los medios empleados no lograron su cometido, porque hasta la fecha no conozco el primer adulto que no sea malcriado, con ataques de rabia a la menor provocaciòn, con respuestas irònicas innecesarias, siempre persiguiendo un-no-se-què, familias enteras buscando resguardo de las peticiones infantiles en los consultorios médicos, saliendo con las respectiva receta del alguna medicina milagrosa que lograra calmar al niño y dejar que los adultos sigamos nuestra vida como si no pasara nada…………….
Y si pasa, y mucho!!!!!!!!!, porque solamente logrando la escucha “sincera” lograremos la conexiòn con nuestro hijo, aunque estemos cansados y necesitados de un alto en nuestra lucha diaria, no es tarea fàcil, pero lo vale…………, nuestros hijos valen todo aquello que hagamos por ellos, desde el corazòn y con el amor como bandera.
Los niños y las niñas malcriados(as) no son felices, aunque se les dé todo lo que quieran. |
Irudia: http://www.crececontigo.gob.cl/
La malcriadez como tal y con el significado que se le da comunmente NO EXISTE, un niño malcriado es un niño no atendido emocionalmente aunque sus necesidades de vestido y comida esten satisfechas, un niño malcriado no ha sido entendido en su proceso evolutivo y de crecimiento, un niño malcriado no ha sido mirado, acunado ni querido como debe ser.
Es hora de llamar a las cosas màs bàsicas por su nombre, sin disfraces y empezar cristalinamente a entender a esas criaturas que deseadas o no traemos al mundo, porque ellos vienen con sueños y personalidad propia, sòlo necesitamos un poco de paciencia (aunque hayamos crecido sin ella) y ponernos a su altura fìsica y emocional, para entender que es aquello tan urgente que nos piden y saber que se esconde detràs de esas peticiones desesperadas, porque con el correr de los años nos iràn necesitando cada vez menos y su mirada, esa que es ahora limpia, pura y llena de amor hacia nostros se va trasladando a descubrir otros horizontes lejanos, que sòlo si en su infancia les hemos acompañados probablemente nos dejen mirar sus sueños y descubrimientos.
Laura Gutman (Terapeuta familiar y escritora) nos dice: Nadie pide lo que no necesita. A medida que pasan los años, esas necesidades no satisfechas siguen operando con la misma intensidad que en sus comienzos. Pero los adultos estamos cada vez menos dispuestos a comprender los mensajes, sobre todo repitiendo la frase “ya eres grande”. O la de peor categoría: “eso es una regresión”.
http://mamadameteta-grephypedon.blogspot.com/2012/03/malcriadez.html
No creo que un niño “malcriado” sea un niño al que se le hace mucho caso, se coge mucho en brazos, se le hacen muchos mimos o se juega mucho con él. Para mí un niño realmente mal-criado es un niño al que se le deja llorar en la cuna hasta que se duerme, se lo trata como un estorbo o no se le da la atención necesaria.
Se suele decir que un niño es un “malcriado” porque sólo se duerme en brazos. En la cuna llora y sólo consigue dormirse en brazos, generalmente los de mamá. Yo no llamaría “malcriado” a un bebé que expresa abiertamente que prefiere el calor de mamá a estar solito en su cuna. Lo veo normal. Es más, lo considero un método muy amoroso de dormir a los hijos, así como que duerman en la cama con sus padres. No entiendo por qué se mira con malos ojos a unos padres que dejan que sus hijos duerman con ellos o “se pasen” a la cama matrimonial por la noche como si estuvieran haciendo algo malo.
También se suele decir que se “malcría” a los hijos por tenerlos pegados todo el día. Recuerdo que cuando nació mi segunda hija, las primeras semanas dormía toda la noche sobre mi pecho, a pesar de mi dolor de riñones. Todo el mundo me decía que la estaba malcriando, que la estaba mal acostumbrando y que luego no dormiría sola.
Creo que al convertirnos en padres lo fundamental es centrarnos en la conexión con nuestro bebé y seguir nuestro instinto. En estos casos, los de afuera son de palo. Para mi bebé era la mejor forma de dormir y yo no tenía inconveniente de dormir con ella sobre el pecho, es más, me encantaba. La niña se despertaba menos por la noche probablemente porque se sentía más segura, y si quería mamar tenía la teta cerquita, yo casi ni me enteraba que lo hacía.
Es muy conocida la frase “les viene bien despegarse un poco”. ¿A quién le viene bien? A los padres que tienen la falsa fantasía de que los hijos les quitan “su espacio”. A los niños no los hace más independientes despegarse de sus padres, todo lo contario. El apego en la infancia les da la seguridad que necesitan para afrontar las circunstancias de la vida.
Con todo esto quiero decir rotundamente que no hagáis caso de quienes opinan que malcriamos a nuestros hijos por mimarlos demasiado. Y si malcriarlos es darles exceso de amor y atención, pues que sean todos los niños unos malcriados.