Oparipuina: Ander el Gaitero
-Mira, están todos los que conocemos y algunos nuevos también- dice Ana muy contenta.
¡Qué sorpresa, qué alegría! Es la habitación de Ander y hay montones de peluches. Algunos son de Ander y otros no. No se sabe de donde han venido, pero hay por lo menos diez, veinte, treinta… ¡No se sabe cuantos!
Todos los peluches están sentados haciendo un corro. Se han colocado juntitos uno al lado de otro: el Oso Amoroso, la Rana Cararrara, el Pato Donzapato, la Oveja Beé, el Toro Cariñoso, el Cerdo Bienhermoso, el Gato Fufú, el Perro Colitas, el Conejo Risitas, El Cocodrilo Dientecitos, el Ratoncito Bigotitos y más y más y más… Todos con su nombre y apellido, y de tantos que son no se pueden escribir todos aquí.
Están sentados esperando a Ander. Y Ander muy contento se pone muy nervioso.
-¡Oh! ¡Cuánta gente en mi habitación! ¡Qué alegría! ¡Qué vergüenza! – piensa Ander nerviosillo.
-Te están esperando, cariño- susurra Ana a su oído.- Tendrás que hacer algo para que no se aburran tus amigos.
-¡Cáspitas! ¿Qué puedo hacer yo?- se pregunta Ander con emoción.
Y en la cabeza de Ander comienzan a resonar ruidos y redobles que suenan sin parar.
¡Tirirí! ¡Tuturú! ¡Tantan tantán! ¡Pumpún pumpún! ¡Cucú cucú! ¡Tirorio tirorio! ¡Rataplan plan plan! ¡Risrís rasrás! ¡Cluclú claclá! ¡Jiji jojo!
-¡Ya lo sé! ¡Ya lo tengo! ¡Les enseñaré mis instrumentos!- se emociona muy contento Ander el gaitero.
Y en el centro del círculo, en medio de todos los peluches, va poniendo uno a uno los juguetes de hacer música. ¡Ander sonriente dará un concierto!
-¿Bailarás también?- Le pregunta muy curiosa la Vaca Salerosa.
-¡Por supuesto!- responde Ander, el músico risueño.
Ander toca el pandero “porropopón”.
Ander toca la flauta “tiritití”.
Ander toca el violín “ñiñí ñiñí”.
Ander toca el tambor “rataplan plan plan”.
Ander toca la guitarra “cliclicli cliclí”.
Ander toca la gaita “tiruriru tiruró”.
Y el Arco iris, que en el cielo está, al oír tanta música sonar a la ventana de Ander se ha acercado a mirar. Y curioso, muy curioso entra en la habitación para la música mejor poder escuchar.
¡Qué sorpresa! ¡Qué bonito! ¡Qué ilusión! La habitación se ha llenado de color. Y alegres los peluches se han puesto a bailar.
– ¡Mira Ander!- Dice Ana ilusionada-. Ya no son peluches, niños y niñas son.
Ander contento recontento se ha puesto porque su habitación llena de nuevos amigos está. Además, todo es de color colorín y la música suena y suena sin parar .
Y ahora Ander y sus nuevos amigos bailando y cantando están hasta que llegue la hora de irse a acostar.
(abril 2013) Pily