Tienen que ser libros y revistas no sexistas, que aunque parezca mentira, todavía en pleno siglo XXI hay libros “rosas” y “azules”, donde los libros de las niñas son de princesas y los niños de superhéroes.
Debe de ser un espacio que sea luminoso, que no se convierta en un lugar de paso, que invite a sentarse, a ver libros/revistas, a escribir cosas interesantes, a compartir, a observar, ojear, manipular todo lo que allí se encuentra, sabiendo que esos elementos están sólo allí, no hay otro espacio donde encontrarlos, haciendo que ese lugar sea especial.
Además, particularmente en el colegio, además de tener un recurso para que los niñ@s puedan leer cuando sea posible, también es bueno que tengan un préstamo bibliotecario donde puedan llevar los libros a casa.
Por ello mencionábamos anteriormente que esto supone un proceso de creación que vincula a toda la clase o familia, lugar donde se satisface las necesidades y curiosidad de forma rápida y personalizada.
Por último, comentar que a nuetr@s hij@s y alumn@s fomentaremos la lectura, partiendo con nuestro ejemplo, pero no desde la obligación, sino desde el placer.
Maiteder Santos Agirre [:]