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Los nueve vegetales más nutritivos y cómo cultivarlos en nuestro jardín
Recoger un tomate todavía caliente del sol, maduro y jugoso o, unas zanahorías dulces recién recogidas… hacen que las ensaladas tengan un sabor aún mejor. Ver crecer y cuidar tu propio huerto hace posible tener verduras en la mesa con todas sus propiedades. Pues, no debemos olvidar que, las verduras pierden nutrientes desde elmomento que se cosechan y, la calidad va dismunuyendo a medida que los azúcares se van convirtiendo en almidón.
No es necesario tener un gran jardín, ni una terraza, ya que estas nueveverduras pueden cultivarse en contenedores o maceteros, y seguir teniendo productos ricos en nutrientes. Las riquezas de nuestro jardín son:
1. El Brócoli. Contiene mucho calcio, magnesio, hierro y vitaminas A, C y B6. El brócoli debe plantarse en una maceta, una sola raíz por maceta, a unas 12 o 16 pulgadas de profundidas. El brocoli debe cubrirse con un flotante, ya que se debe vigilar al gusano de col. Podemos detecar a este gusano, porque alrededor de nuestra macete empiecen a haber mariposas blancas. Si aparecen estos gusanos, simplemente los recogemos con la mano.
2. Los guisantes. Los guisantes necesitan mucho cuidado y mimo para tener esa dulzura que caracteriza al guisante de calidad. Estas miniaturas vegetales aportan mucha fibra, hierro, magnesio, potasio y vitaminas A, C y B6, al organismo humano.
Los guisantes se deben plantar en una maceta a 10 pulgadas de profundidad y, separados unos de otros unas 2 pulgadas. También es necesario poner algún apoyo en el recipiente para que puedan brotar.
Este enano vegatal es delicado, necesita un clima caliente, por eso crecen a partir de la primavera, más cerca del verano. Pueden brotar en cualquier fecha siempre que la temperatura ronde los 15ºC de media.
3. Col, Coles de Bruselas. Aunque cuando somos pequeños las rechazamos, estas hermanas pequeñas del brócoli, son muy ricas en fibra, potasio, magnesio, riboflavina y vitaminas A, C y B6. Son algo más delicadas, ya que sólo debemos plantar una por recipiente, a una profundidad de unas 16 pulgadas. Igual que en el brócoli, debe controlarse mucho, que no aparezca el gusano de la col.
4. El Tomate es el culpable de que muchos nos iniciemos en el cultivo propio de vegetales. Son fáciles de cultivar y el resultado es un ríquisimo tomate, imposible de encontrar en las verdulerías. Además, es un vegetal muy rico en vitamina C, perfecto para prevenir los resfriados y catarros. Debemos tener en cuenta que los tomates orgánicos tienen más antioxidantes, que los tomates de verdulería o cultivados con productos químicos.
A la hora de plantar tomates debemos tener en cuenta el tipo de tomate que plantamos, pues, para una variedad cualquiera, el recipiente tiene que tener una profundidad de 18 pulgadas, para un tomate determinado y cuidado la profundidad no debe superar las 12 pulgadas y, para el tomate enano la profundida perfecta es 8 pulgadas. Cada planta de tomate debe estar en un macetero distinto. Es muy importante vigilar al gusano del tomate cuerno, unas orugas que debemos quitar de la planta en cuanto las veamos, porque pueden deteriorar, hasta matar la mata del tomate.
5. Pimientos rojos. Estos son una fuente importantísima de potasio, riboflavina y vinatminas A, C y B6 para el organismo. Con una taza de pimineto rojo, aportamos el 317% de la cantidad diaria que necesita el organismo de vitamina C y, el 93% de la recomendada de vitamina A.
Se debe tener en cuenta, a la hora de plantarlos, poner una sola raíz por macetero y a una profundidad de entre 8 y 12 pulgadas. Los insectos que suelen atacar a estos vegetales son: los áfidos y los pulgones, se puede usar el jabón insecticidad que no por esto va a ser un producto menos orgánico, ya que se trata de un método natural y casero de aerosol protector de parásitos.
6. Remolacha, todo se come de esta rica verdura, sus raíces son ricas en hierro, postasio y vitamina C, las hojas tienen mucho hierro, calcio, magnesio, potasio, zinc y vitaminas A, C y B6. Además, se puede tomar cruda en ensalada, o preparar las hojas salteadas en una sartén, como las espinacas.
El cultivo no es complicado, se utiliza un recipiente de 12 pulgadas de profundidad y se van situando las semillas a unas 2 pulgadas de distancia porque de cada semilla aparece uun grupo de remolachas. Lo importante de la remolacha es saber cosecharla y, recogerla cuando tienen un tamaño no muy grande, hace que la este vegetal esté tierno y dulce.
7. Hojas de amaranto. No es típico, ni en el mercado ni en los cultivos orgánicos, pero es ricos en Vitaminas A, C y B6, además de aportar una gran cantidad de calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, zinc y riboflavina. Las hojas tienen un sabor agridulce, merece la pena probarlo.
Se cultiva en un macetero de unas 8 pulgadas de profundidad, y simplimente se esparcen las semillas sobre la base del macetero y se cubre de tierra. Se recogen las hojas cuando han sobresalido unas 2 o 4 pulgadas sobre la tierra. Es muy fácil de cultivar y las raíces no suelen ser atacadas por parásitos o gusanos.
8. La Zanahoría. Es la preferida de muchos pequeños de la casa, son dulces, crujientes y podemos hacerlas únicas si las cuidamos en nuestra propia huerta. Ricas en fibra, niacina, manganeso, potasio y vitaminas A, C y B6. El único inconveniente que puede tener este producto vegetal es su alto contenido de azúcares.
Las semillas de las zanahorías necesitan muy poco, un recipiente de unas 12 pulgadas de profundidad y, estar separadas unas de otras unas 2 o 3 pulgadas. La variedad “Thumbelina” es buenísima y fácil de cuidar. El fruto está más rico cuando es pequeño, ya que es más dulce, para ello la tierra debe estar siempre húmeda y el resultado será buenísimo.
9. Verduras de hoja verde. Es muy difícil decantarse por una sola, así que aquí expondremos varias de cultivo sencillo y ricas en vitaminas C, A y B6, además de contener mucho calcio, hierro y potasio. Éstas son: las espinacas, los nabos, la col rizada y los dientes de león.
Todas estas se cultivan en macetas grandes, con una distancia de 4 o 5 pulgadas entre semillas y en maceteros de más de 12 pulgadas de profundidad. Hay que tener cuidado con los gusanos de calor y los gusanos del repollo, el clima debe ser fresco. Podemos seguir los mismos métodos de cuidado que con el brócoli.