Guía de apego
El apego es el primer vínculo afectivo que se establece entre el bebé y sus padres, o los adultos que cumplan ese rol. Este vínculo se va creando y fortaleciendo día a día, a través de la entrega de los cuidados básicos y de la satisfacción de sus necesidades, cuando esto se hace con cariño.
Un bebé puede establecer apego con más de un adulto a la vez; por eso, cuando se suele relacionar esta idea con el lazo entre la madre y su hijo, cuando el padre u otro adulto significativo está presente, el bebé puede desarrollar este vínculo con ambos.
¿Cuál es la relevancia del Apego?
La formación de un Apego Seguro es, sin duda, un factor protector para la salud mental del niño o niña, ya que fomenta su autoestima, desarrollo emocional e identidad; otorgándole las bases para enfrentar de mejor manera la vida futura.
Un Apego Seguro, se construye cuando el bebé siente que los adultos que lo cuidan, son sensibles a sus necesidades y tratan de satisfacerlas con cariño. Por ejemplo, al aliviar su angustia producto del hambre, sueño u otras razones, estos adultos se van haciendo personas confiables y disponibles; al hacerle cariño y hablarle de manera amorosa, le hacen sentir al bebé , que es alguien querible e importante para los otros.
¿Cuáles son las mejores situaciones para fortalecer un Apego Seguro?
Las mejores situaciones para ir construyendo este vínculo con su bebé, son los momentos compartidos en que puedan mirarse, sonreír el uno al otro y comunicarse de manera verbal y táctil. Los espacios de las rutinas diarias son también una oportunidad para vincularse; por ejemplo en la muda, alimentación, baño y sueño.
Para esto se recomienda darse el tiempo para desarrollar estas tareas con tranquilidad, haciendo de ellas un momento placentero para el bebé y para usted. Es importante compartir con el pequeño estas rutinas, aprovechando además, los momentos de juego; disfrutando simplemente del placer de estar juntos.
CONSEJOS
1- Trate de ponerse en el lugar de su bebé y entender sus necesidades, para entregarle la respuesta adecuada. El llanto es su forma de expresión, sobre todo en los primeros meses; por lo tanto, dejarlo llorar es no preocuparse de su dificultad.
2- Explique a su bebé lo que sucede a su alrededor. Por ejemplo, decirle: “¿Estás llorando porque se te cayó el chupete y tienes pena?” Esto le permite al niño, paulatinamente ir comprendiendo tanto sus emociones, como las de los demás.
3- Existen distintas maneras de relacionarse con su hijo o hija. Dese el tiempo para que ambos puedan mirarse a los ojos y disfruten haciéndolo. Sonríale, tóquelo y ayúdelo a tocarse. Háblele con voz suave, imite sus sonidos, cántele.
4- Al volver a trabajar, al término del prenatal trate, en la medida de lo posible, de hacer una transición gradual con la persona o familiar que quedará a cargo de su hijo. Ello, los ayudará a ambos a adaptarse mejor a la separación.
5- Trate de destinar espacios para el juego con su bebé, acercándose a su mundo y buscando actividades que resulten placenteras para ambos.
6- Acompañe a su bebé en el proceso de comenzar a caminar. Para ello, fomente sus primeros intentos de moverse por sí mismo. No olvide recompensar sus esfuerzos, felicitándolo o sonriéndole.
Fuente: unicef Fuente: comunamujer.com [:]Promover un Apego Seguro es importante, porque se refleja en niños emocionalmente más seguros, estables y con un mejor desarrollo social.
El Apego Seguro es un factor protector de la salud mental de la persona.