Las heridas emocionales si no se tratan, se enquistan
Fuente: www.etapainfantil.com
[…] Los conflictos, traumas y decepciones que vivimos durante la infancia no siempre quedan en el pasado. De hecho, la mayoría de las veces esas vivencias que tanto daño nos hicieron en los primeros años de la vida determinan toda nuestra existencia. Esas experiencias terminan infligiendo heridas emocionales tan profundas que incluso cuando somos adultos nos sentimos como ese niño humillado, abandonado o asustado que fuimos una vez.[…]Huellas de la infancia que pueden marcar nuestra vida
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1. Sentirse abandonado
Un niño necesita del apoyo y el cariño de otras personas para crecer.